
Le cambiaron la vida
Connie Culp una mujer a quien su marido le había disparado en la cara tras un altercado en el año 2004 (quien por cierto actualmente se está pudriendo en la cárcel), recibo un autentico trasplante del 80% del rostro.
Perdida de un ojo y de la nariz, mejillas destrozadas, mandíbulas y labio superior en pésimas condiciones, este fue el resultado del disparo en el rostro de Connie, tuvo que soportar más de 30 operaciones fallidas y haber agotado todos los recursos de las cirugías plásticas, para poder recuperar un aspecto natural.
La doctora Maria Siemionow quien encabeza un equipo multidisciplinario de médicos en Cleveland Clinic, fue la encargada de hacer el trasplante de rostro, cuya operación duro más de 22 horas, tuvieron que reconstruir parte de los huesos de la cara.
Connie quien no podía oler, comer alimentos sólidos, beber de un vaso, no tenia gusto, ni olfato y la única manera de respirar era a través de un orificio en la tráquea. Podrá olvidarse de esto paulatina mente, la recuperación será lenta y dolorosa, pero sin duda muy gratificante.

Connie Culp una mujer a quien su marido le había disparado en la cara tras un altercado en el año 2004 (quien por cierto actualmente se está pudriendo en la cárcel), recibo un autentico trasplante del 80% del rostro.
Perdida de un ojo y de la nariz, mejillas destrozadas, mandíbulas y labio superior en pésimas condiciones, este fue el resultado del disparo en el rostro de Connie, tuvo que soportar más de 30 operaciones fallidas y haber agotado todos los recursos de las cirugías plásticas, para poder recuperar un aspecto natural.
La doctora Maria Siemionow quien encabeza un equipo multidisciplinario de médicos en Cleveland Clinic, fue la encargada de hacer el trasplante de rostro, cuya operación duro más de 22 horas, tuvieron que reconstruir parte de los huesos de la cara.
Connie quien no podía oler, comer alimentos sólidos, beber de un vaso, no tenia gusto, ni olfato y la única manera de respirar era a través de un orificio en la tráquea. Podrá olvidarse de esto paulatina mente, la recuperación será lenta y dolorosa, pero sin duda muy gratificante.
Elba Esther aun hay esperanzas!!!

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